domingo, 31 de octubre de 2010

PUBLICO MENSAJE DEL SR. ALFREDO BONACCI DIRIGIDO A LOS TRABAJADORES DE OLMOS

Buenos días Barreto.

Aunque no nos conocemos me permito solicitar tu autorización para enviar un mensaje a los trabajadores de OLMOS, sus familias y vecinos, a través de tu blog.

 Si nos remontamos a los años 80, 90; recuerdo que tenía mis discordancias con ALIOFO. Sin embargo no dejo de reconocer que aquellos directivos tenían como objetivo principal la fuente de trabajo.
Asumieron con inteligencia que mantenerse independientes era lo más conveniente para los trabajadores de Metzen y Sena.
Supieron, a través del diálogo,  negociar con la empresa e ir logrando mejoras salariales y otros beneficios.
La prueba de ello está reflejada aún hoy en los salarios que percibían al cierre de la empresa, considerados de los mejores de la zona.

Después vinieron tiempos difíciles para la empresa. El alejamiento de sus fundadores Don Carlos v. Metzen y Don Oscar Sena.
La tardía reconversión tecnológica, problemas económicos y administrativos.
Algún accionista que equivocó el camino y contrató a una consultora brasilera, con malos antecedentes por haber liquidado varias fábricas. Su lider, maliciosamente obtuvo la colaboración de algún técnico y así, con el propósito de economizar envió a la calle a todos los otros técnicos y tomaron ellos el control técnico de la fábrica aún sin experiencia y capacitación necesaria para manejar determinados sectores. Finalmente, esta consultora,  se quedó dirigiendo a la empresa y se llevaron todo lo que pudieron. Ellos sí fueron saqueadores.

Dejo de lado el pasado y los sentimentalismos porque lo que importa es el presente y la reapertura de OLMOS.

Me hé informado y hé seguido con atención todo este proceso, por lo que hoy quiero dar mi opinión a los trabajadores.

A mi entender no existen ni delitos ni mala fé en quién con interés renovador y de crecimiento de su empresa viaja a Italia para adquirir nuevos equipamientos.
Paralelamente busca soluciones para obtener combustible más barato que le permita operar los hornos y viaja a Bolivia para adquirir gas natural a menor precio que el argentino y así bajar los costos de producción para viabilizar la fábrica y mantenerla funcionando.
Al volver, se encuentra con la fábrica ocupada, cerrada y su personal en el seguro de paro.

La creación de una cooperativa y todo su plan de reapertura no es tan fácil como se pinta, y más si se quiere realizar con una fábrica ajena. Dejando afuera a más de la mitad de los trabajadores.

Trabajadores, creo que la decisión está en vuestras manos.

Alfredo Bonacci.

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